LA MAGIA DEL CLOWN

LA MAGIA DEL CLOWN

Mami, decía hoy un niño de camino al teatro:

"Yo no te veo de payaso,
 porque aunque te pongas una nariz roja, 

no creo que vayas a hacer mucha gracia”.

“Cariño, hoy no voy allí para hacer gracia" 
contestaba la madre.

Hoy 

¡VOY A HACER MAGIA!

...porque cuando me ponga la nariz, como por arte de magia vas a ver una mamá que no conoces.”

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“Imagina que un trazo, pudiera explicar lo que sientes”

decía hoy un pintor de óleos presentando su obra.

 ...Y justo entonces, antes de verme cara a cara con el miedo disfrazado de público, pensé:

“Imagina que con sólo una nariz de payaso, 

se pudiera explicar lo que uno siente”

Imagina, que con ella por arte de magia entraras en un espacio paralelo donde pudieras sacar al mundo. 

¡QUÉ TE PASA POR DENTRO!,
 ¡CÓMO SIENTES LA VIDA!,
 Y ¡CÓMO LA VIVES EN ESA OTRA DIMENSIÓN OCULTA 
DE TU YO 
“NO COTIDIANO”!

Esa otra parte de tí, que ni siquiera tu conoces, pero que lleva prisionera toda la vida, tras una careta sin nariz.

Ese lugar custodiado por un centinela que eres tú, que unas veces te fustiga, otras te enmaraña y otras te libera, sin bajar nunca la guardia para dejarte ser quien quisieras.

Y ¿Qué ocurriría si uno se dejara sentir por un día de forma fresca, natural, divertida, irónica, todas sus rabias, todas sus miedos, sus angustias o sus anhelos y se riera abiertamente de ellos?.

“Hoy, tengo la respuesta...

... porque a mí me ocurrió”

Hoy traspasé los límites que yo misma me puse, 

sin saber cuales eran

¿Quien puede saberlo?

¿Quién puede saber hasta donde uno puede llegar si nunca se ha probado ?

¿Cómo puedes saber como suena la brisa en Marte, 

o cómo crepitan las piedras en la luna?

...si uno nunca estuvo allí.

O ¿Cómo siente un cuerpo ingrávido sin los pesos de sus miedos?

... si uno nunca se los quitó.

¡LIBRE…!,

cantaba hoy un compañero de narices,

!...como el sol cada mañana yo soy libre¡

Decía con voz temblorosa, mientras desnudaba su alma y volaba por un escenario mágico con una nariz transmutadora.  

Esa nariz que convierte cándidas señoritas en comehombres, heridas de soledad en bálsamos y sentidos del ridículo en humo.

Y mientras, al otro lado, risas cálidas, espontáneas, desnudas, sinceras, volando por esos instantes que dura la eternidad de una sonrisa, a algún recóndito lugar de uno mismo donde se siente intensamente la emoción del miedo, de la pena, o de la dicha.

Hoy, desde este rincón de mi universo, mi especial agradecimiento a mis compañeros de batallas, sudores y risas entre bastidores  y proscenio, con los que ya me une una nariz roja de frescura, valentía y ternura, casi casi como la que tiene ese niño que llevamos dentro. 

Y cómo no, mi especial agradecimiento a ese que consiguió sacar a nuestros niños por un rato.

 Ignacio Maffi, 

desde esa NAVE 202 de los anhelos y por hacernos transitar hace unos días, por esa calle de la Fe de Madrid, desde su confianza plena y su fe ciega en la magia que tiene el directo cuando uno 
se proyecta desde el alma 
y se conecta con la mirada de lo que siente…

...AL ESPECTADOR.              

ALMUDENA VARONA M

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