jueves, 15 de agosto de 2013

LAS POMPAS DE LAS RANAS Y EL PIPI DEL SAPO




Hay un libro de Anthony de Mello llamado "la oración de la rana", y empieza el libro con un cuento del que quiero hacer referencia, pues habla de lo molesto que resulta el croar de las ranas cuando uno quiere meditar, orar, 
o contemplar la vida.

 Aunque al final te enseña, como es de esperar, que quizás es su croar lo que da sentido a la contemplación,
 la meditación, o en mi caso, 
 la escritura.

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LAS POMPAS DE LAS RANAS

Habíamos pasado varios días de vacaciones en familia, haciendo compras,
 jugando con la arena del mar, 
comiendo helados,
 cogiendo sapos, caracolas y conchas, 
 y secándonos las ropas caladas de chirimiris y lluvias,
 esas que gustan tanto a las ranas, 
dejando con todo ello, al final del día, 
“tiempo cero”
 a esa esperada meditación de la que hablaba. 

Pero curiosamente, con un croar de anuro entendí, 
que mi oración la hacen mis ranas 
y mis silencios, están llenos de benditos “croak” 
que me reverberan dentro.

Y cuento todo esto,
 porque en ese reverberar me di cuenta,
 que los niños tienen dos habilidades que son una, 
pues de entrada, todas sus palabras 
son como pompas de jabón
 que se llenan de lo que les late dentro. 
Todo lo que cuentan, lo que hablan, lo que ríen, 
lo que lloran...

... es, sencillamente, lo que sienten. 

Con lo cual diría de igual forma de salida, 
que todo su mundo interior aflora cual pompas y sin filtros, desde el centro mismo de los pulmones...

... y del corazón.

  Lo que ocurre es que con esa maravillosa habilidad de nuestro cerebro de adultos,
 (digo ahora sin orgullo), 
lo llenamos todo de prejuicios, etiquetas y miedos
esos que poco a poco,
 les impide hacer más pompas a las ranas,
 porque las pompas de las ranas solo se hacen como digo, con el corazón,
 y en el corazón de los niños que fuimos,
 y los niños, que ahora lo son,

 NO HAY NI JUICIOS, NI MIEDOS. 


  Y SI ALGUIEN ENCONTRARA ALGUNO...

... NUNCA SERÍA DE UN NIñO.

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EL PIPI DEL SAPO

- Mami,
 ¿Te acuerdas de lo bonito que era el sapo 
que encontramos en el río?
Le dijo con cuatro años una niña a su madre, 
intentando desviar la atención de una cercana regañina.
 (y antes quizás, de que ésta viera derramada la leche 
por el mantel y el vestido de su hija) 
Se hizo pipí en mi mano y en la ropa 
cuando le cogí, porque estaba asustado de que le fuéramos a hacer algo. 
Pobrecito ¿Verdad  mami?, 
No hay que enfadarse con él, 
porque él es pequeño y no sabe, y además la ropa, 
al final se seca sola.
Voy a limpiar la mesa con esta servilleta, que se ha caído un poquito de leche. 
¿Vale mami? 


Almudena Varona M 
www.lavidacuentacuentos.com


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