miércoles, 27 de noviembre de 2013

UNA MIRADA AL CIELO



UNA MIRADA AL CIELO
(Mi particular thanksgiving de hoy para mi amiga Teresa Morales)

Hace un tiempo conocí a una persona, como las que hay pocas. Nunca antes había conectado con nadie que sintiera la vida como yo en tantos aspectos, al menos tan abiertamente. Esto me reconfortaba y me llenaba. 

Quizás fuese esa incesante búsqueda de uno mismo en las pequeñas cosas de cada día, quizás fuese esa disposición a cualquier aprendizaje en la circunstancia que fuera. 

Quizás fuera esa visión optimista de la vida, apoyada en el agradecimiento diario por este regalo, o quizás fuese ese contumaz trabajo cotidiano, de querer crearse uno a si mismo, en base a correctivos de la propia experiencia y a su propio sentir (fuera de estereotipos, modelos, dogmas o prejuicios)

Quizás fuese esa capacidad de querer cambiar la perspectiva de visión de las cosas que no le gustaban, o buscar como sustento diario las cosas con esencia o con brillo propio, cosas dignas de salvaguardar y por las que merece la pena moverse.  

Quizás fuese esa humilde actitud cotidiana de buscar en las pequeñas esencias la felicidad, para nutrirnos de la misma manera, que asimila una planta nutrientes en su propio beneficio y en un puro acto de supervivencia.

Quizás era esa eterna pugna por mantener la coherencia entre lo que uno piensa, lo que uno siente y lo que uno vive.

Quizás fuera ese estado de conciencia semipermanente, que con mayor o menor fortuna, le permitía interiorizar errores, para irlos a su vez corrigiendo.

En cualquier caso, creer en todo eso y verlo materializado, en una persona para la que ademas, se le escapaba la vida día a día, me afianzaba más mis pasos, me ayudaba a tener mas fe en mi, a ser mas leal a mis sensaciones y mas coherente con mis actos,  valorar mas si cabe, la vida y cada tesoro que esconde.

Ella escribió:

 “ENSEÑAR, ES MOSTRAR QUE ES POSIBLE” 

y desde luego que es posible, porque ella vivía amando y esa es para mi, de la mejor manera que se puede enseñar.

No puedo ni quiero decir, que una parte de mi muriera con ella, pues no sería fiel a su filosofía, ni a la mía, aunque me doliera profundamente su perdida, pero si puedo decir que una parte de ella vive en mi, y estas son las cosas que merecen la pena compartirse, enseñarlo y liberarlo, para que fluya libre y se impregne en todo aquel que vive la vida sintiendo minuto a minuto o incluso a aquel que no ha acertado a hacerlo todavía.

Teresa escribió:
 “APRENDER, ES HACERLO POSIBLE PARA UNO MISMO” 

 Y en eso es en lo que trabajo yo cada día, en aprender del placer de amar la vida tal cual es, porque en lo mas profundo de mí, hay una llama que me recuerda que cada minuto bueno o malo, conforma el siguiente, porque para llegar donde estoy ahora, posiblemente he tenido que pasar por el dolor de ser quien no quería ser, o hacer lo que no quería hacer, y así de alguna manera todo adquiere sentido, lo grande y lo pequeño, lo bonito y lo feo, lo bueno y lo malo, hasta el dolor, (ese que tanto nos limita). Adquiere sentido hasta el maravilloso poder de perdonarnos, porque nacemos con un derecho pleno, el de renacer en cualquier momento y volver a empezar desde lo que queremos ser y no desde lo que nos han hecho creer que somos.
Así, todo encaja en este Universo que es de todos y de nadie.

Teresa escribió: 

"LA PALABRA ES PENSAMIENTO TRANSFORMADO EN VIBRACIÓN” 

y hasta el día que decidí compartir esta parcela tan intima de pensamientos, no había entendido el significado y las dimensiones de expresar lo que uno piensa, ya que quizás y muy posiblemente, eso sea también un adagio con el que vibran y crecen otras personas. 

Aunque para mi hay un poder mayor, que es el que perseguimos todos y solo alcanzan muy pocos como ella. 

Vivir en coherencia a su palabra y lo que es mas importante, serles leales, sus actos al pulso de su corazón. 

Haber tenido su ejemplo ha sido para mi y es, 
la luz que me guía. 

“NO LLORES PORQUE ACABÓ, SONRÍE PORQUE OCURRIÓ” 
me dijeron en mi sentimiento de pérdida.

Y eso hago al compartirlo en este espacio, porque para ser leal a mi misma, no podía quedarme yo sola con una experiencia tan enriquecedora de la que he aprendido  y he interiorizado tanto. De nada sirve tener un magnifico tesoro guardado en un cofre polvoriento si no buscamos la llave, lo abrimos y lo enseñamos.

Las primeras palabras que cruzamos ella y yo aún las recuerdo.

DECÍA QUE LAS PERSONAS ESTAMOS EDUCADOS PARA REPRIMIRNOS, ENCORSETARNOS Y SER RÍGIDOS Y NO PARA “DEJARNOS SENTIR” . ELLA VELABA MUCHO POR PROTEGER LA ESENCIA VITAL DE LOS NIÑOS Y NO COMETER ESE ERROR CON ELLOS EN UN AFÁN DE FALSA PROTECCIÓN.

ELLA HABLABA SIEMPRE DE PROTEGER Y POTENCIAR SU RIQUEZA SENSITIVA Y NO ANULARLA CON SOBREESTIMULACION.
 DE DEJARLES VIVIR, SENTIR, EXPERIMENTAR, TOCAR, SOÑAR, DISFRUTAR, NO CORTANDOLES LAS ALAS, SINO ACOTANDO SUS LIMITES, NO DESDE LA REPRESIÓN O EL CASTIGO IMPUESTO, SINO DEJÁNDOLES SENTIR Y APRENDER DESDE SU PROPIA RESPONSABILIDAD Y SUS PROPIAS CONSECUENCIAS. NO COHARTANDOLES DESDE EL MIEDO O LAS POSTURAS DE PODER, SINO ACOMPAÑANDOLES EN SUS MIEDOS. DESDE LA CONVICCIÓN PLENA DE QUE SóLO CUANDO UNO SIENTE, EXPERIMENTA Y LE DUELE, ES CAPAZ DE INTERIORIZAR UN APRENDIZAJE, NUNCA ANTES, HACIÉNDOLES TRABAJAR, NO TANTO DESDE “NUESTRAS” PALABRAS, SINO DESDE “SUS” ERRORES Y “NUESTRO” EJEMPLO.

Posiblemente, cuando algo de lo que dicen los demás nos duele y nos llega a la médula hay que buscar la raíz en nosotros, porque quizás ahí tenemos un punto vulnerable que tenemos que trabajar y reforzar. (no descargando nuestra ira, nuestra rabia, nuestras frustraciones o nuestros miedos a los demas). Y lo mismo ocurre con los niños, ver donde les duele, no para anestesiarles, sino para trabajarlo y reforzarlo con ellos y ayudarles a canalizar esas emociones desbocadas...

...PERO PRIMERO HAY QUE TRABAJARLO EN UNO MISMO.
Y para todo esto es necesaria mucha conciencia en lo que se está haciendo y creer plenamente, (en el ambito que sea), en las dimensiones de eso que se está haciendo.

Si tuviera que reivindicarle una frase sería:
“QUE NUNCA ME FALTE LUZ EN EL PENSAR, PAZ EN EL SENTIR, Y HONESTIDAD EN EL HACER”.

Porque sólo cuando uno encuentra su propia coherencia en estos tres planos se vuelve 
“AUTÉNTICO” 
RECUPERA SU FE, SU BIENESTAR FÍSICO, MENTAL Y PSICOLÓGICO, Y ENCUENTRA SU EQUILIBRIO. 
LA ENFERMEDAD SOLO ES UNA MANIFESTACIÓN FÍSICA DE UN DESEQUILIBRIO A OTROS NIVELES MAS PROFUNDOS DE LA PSIQUE, DECÍA.
 Y encontrar la raíz de cualquier dolor en nosotros, forma parte de la misión particular de cada uno. A unos les bastan los analgésicos para anular el foco y a otros usarlo como foco de atención, pero pocos aprenden a buscar la raíz en una mala autogestión emocional y psicológica, porque no estamos preparados para afrontarlo y no nos han enseñado. Igual  que cuando nos hieren. Nadie nos ha enseñado a interpretarlo como señales que nos regalan los demás, con las claves exactas para encontrar nuestros puntos de mayor vulnerabilidad, sobre los que empezar a trabajar. Y este es el trabajo que hay que hacer con ellos, justo después de trabajarlo en nosotros.

También hablaba del valor de dar sin esperar y de saber aceptar sin compromiso, y lo que me parece mas importante,

 “SABER DAR NO LO QUE UNO QUIERE SINO, LO QUE EL OTRO NECESITA”

Del don de poder desprenderse de lo propio, y eso empezaba, por abrir su corazón de par en par, para compartir conmigo sus conocimientos.

Del valor relativo de lo material y el éxito, pues el éxito se mide por lo que uno ha tenido que renunciar para ello.

De la responsabilidad que tiene uno mismo de rodearse de las cosas que quiere, consciente o inconscientemente y que la energía que imprimimos a nuestro entorno, es la que tarde o temprano nos rodea. Pero todo empieza por saborear bien los momentos que compartimos con los que queremos. Y de igual manera, hablaba del tremendo potencial  de poder cambiar lo que no resuena con nosotros.

Era una luchadora nata, pero hablaba de luchar por lo que uno creía desde la aceptacion de lo que no está en nuestra mano cambiar, pues eso no merece nuestra energía.

Cosas todas ellas, sobradamente conocidas por todos cuando predicamos a los niños, pero que posiblemente no trabajamos suficiente en las acciones, ni en nosotros mismos.

Teresa, ha sido para mí, una maestra, que me enseñó a leer lo que no se dice con palabras, el respeto hacia mi misma y hacia los demás, a no reirme de los sueños ni del dolor de nadie, (pues quizás algún día puedan ser mis sueños o mi dolor) y a trabajar mi confianza, mis miedos y mi autoestima,

... pero sobretodo me enseñó, que para aprender, hay que caer y equivocarse las veces que sean necesarias pero...

... permitiéndoselo uno mismo.
(La vergüenza de equivocarse o de caerse, no la sienten los demás, sólo uno mismo)

Teresa era autodidacta en todo lo que hacía pues le tocó vivir en tiempos de muchas dificultades económicas, grandes carencias afectivas y tremendas contradicciones sociales. Pero aun así se hizo a sí misma. Amaba, integraba y se empapaba de todas las disciplinas que engrandecían al individuo. Se quedó viuda con 36 años, pero rehizo su vida se volvió a casar con una persona maravillosa y con 40 años hizo lo que mas deseaba, tener un hijo. Fue profesora de yoga por mas de 30 años Fue una persona muy adelantada a su tiempo en todos los aspectos, pues era de carácter positivo, de espíritu libre y con un nivel de conciencia “muy alto”. Amaba profundamente a los niños, a los animales, a la naturaleza,  a la esencia del ser humano y a la Vida. Y los amó hasta su último suspiro. Un 26 de Noviembre de 2010, a la edad de 78 años.

“CAMBIA LO QUE PUEDAS CAMBIAR, ACEPTA LO QUE NO PUEDAS CAMBIAR Y TEN SABIDURÍA PARA VER LA DIFERENCIA” 
dice un proverbio budista que ahora asocio con ella.

"DEJATE LLORAR" decía Teresa,"DEJATE SENTIR" (mientras resbalaba unas lágrimas por sus ojos) 
"PORQUE SINTIENDO ES COMO SE VIVE MÁS INTENSAMENTE"


Para Teresa con todo mi cariño, 
desde este pequeño guiño al cielo.

Almudena Varona M


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