domingo, 25 de agosto de 2013

AFERRADA A TU MANO


Estaba pensando que las vacaciones sólo son tal vez, un tiempo para seguir aprendiendo sobre  lo desconocido que resultan los sitios nuevos y lo “no cotidiano”, pero con más gusto quizás y menos stress, porque los padres posiblemente están más relajados.

Coincidir todos juntos  en la comida. 
Disfrutar sin prisas de historias de infancia nunca contadas, de lo que cuenta una canción o de las anécdotas divertidas del cole

Rebozarse con arena de playa,
 buscar piedras de animales, 
hacer presas en ríos con palos, saltar olas, 
cazar caracoles, 
o montar en bici entre vacas y eucaliptos.

Despertarse con esa ilusión de los 8 y los 7 años por ir solos a comprar el pan.
 Y levantarse sin pereza para aprender como es eso de cambiar  dinero  por cosas y recibir vueltas a cambio. 
Despertarse con ganas por aprender a contar.
 Observar con atención para no perderse 
en la calle. Aprender a saludar, a despedirse
 y a mirar antes de cruzar. 

¡Y TODO ESO,
 SIN PADRES Y SIN SUS MIEDOS! 

¡Todo genial! 
¡Todo está bien...!

.... aunque quizás nada comparado...



 ... a  cuando conocimos a Alba.


Una amiga de puerta en Lastres, 
con quien salir a explorar cada mañana,
 o con quien esconderse al atardecer.
 Alguien con quien ir a comprar el pan y magdalenas de una carrera, o con quien jugar en el parque.

El escondite, el pilla pilla, el torito en alto. 
Las bicis, los patines, o el dominó.

 Alguien con quien compartir unas monedas 
en los castillos hinchables , o con quien ganarse premios a los dardos

Alguien por quien despertarse cada mañana para salir a jugar, o con quien desvelar 
con inquietud...

... QUÉ NUEVA COSA, SIN PADRES Y SIN SUS MIEDOS, SE PUEDE HACER ESE DÍA.

 Porque hay algo que supera cualquier miedo, que son las ganas de seguir creciendo...

 Porque hay algo que supera nuestros miedos,
 que son las ganas de irles viendo sanos crecer.

Aunque en ocasiones, es cierto...

...somos humanos, y entre regañinas y risas,
 a veces, sin que se enteren...


... TAMBIÉN NOS SUPERA EL MIEDO.

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Y al hilo, cuenta este minicuento, 
como otros tantos reales que me invento, 
que paseando una familia por una feria se empiezan a oír petardos y fuegos.

- Mami, dice la niña de cuatro años en un sobresalto,
 ¿Te acuerdas que cuando era pequeña me daban miedo los cohetes y los petardos?

- Si, cariño.

- Y ¿Por qué ahora me siguen dando miedo, que soy más mayor?

- Porque los mayores, también sentimos miedo, mi amor. Pero luego se nos pasa.

- Bueno, hasta que se me pase, me cogeré de tu mano mami, y luego me soltaré.

-Si cariño... 


...HASTA QUE SE ME PASE A MÍ, YO TAMBIÉN ME AFERRARÉ FUERTE A TU MANO, Y DESPUÉS, POCO A POCO,MIENTRAS SE ME PASE...


                                                                    ... TE IRÉ SOLTANDO.


Mi recuerdo de hoy para Irene y Alba


Almudena Varona M
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jueves, 15 de agosto de 2013

LAS POMPAS DE LAS RANAS Y EL PIPI DEL SAPO




Hay un libro de Anthony de Mello llamado "la oración de la rana", y empieza el libro con un cuento del que quiero hacer referencia, pues habla de lo molesto que resulta el croar de las ranas cuando uno quiere meditar, orar, 
o contemplar la vida.

 Aunque al final te enseña, como es de esperar, que quizás es su croar lo que da sentido a la contemplación,
 la meditación, o en mi caso, 
 la escritura.

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LAS POMPAS DE LAS RANAS

Habíamos pasado varios días de vacaciones en familia, haciendo compras,
 jugando con la arena del mar, 
comiendo helados,
 cogiendo sapos, caracolas y conchas, 
 y secándonos las ropas caladas de chirimiris y lluvias,
 esas que gustan tanto a las ranas, 
dejando con todo ello, al final del día, 
“tiempo cero”
 a esa esperada meditación de la que hablaba. 

Pero curiosamente, con un croar de anuro entendí, 
que mi oración la hacen mis ranas 
y mis silencios, están llenos de benditos “croak” 
que me reverberan dentro.

Y cuento todo esto,
 porque en ese reverberar me di cuenta,
 que los niños tienen dos habilidades que son una, 
pues de entrada, todas sus palabras 
son como pompas de jabón
 que se llenan de lo que les late dentro. 
Todo lo que cuentan, lo que hablan, lo que ríen, 
lo que lloran...

... es, sencillamente, lo que sienten. 

Con lo cual diría de igual forma de salida, 
que todo su mundo interior aflora cual pompas y sin filtros, desde el centro mismo de los pulmones...

... y del corazón.

  Lo que ocurre es que con esa maravillosa habilidad de nuestro cerebro de adultos,
 (digo ahora sin orgullo), 
lo llenamos todo de prejuicios, etiquetas y miedos
esos que poco a poco,
 les impide hacer más pompas a las ranas,
 porque las pompas de las ranas solo se hacen como digo, con el corazón,
 y en el corazón de los niños que fuimos,
 y los niños, que ahora lo son,

 NO HAY NI JUICIOS, NI MIEDOS. 


  Y SI ALGUIEN ENCONTRARA ALGUNO...

... NUNCA SERÍA DE UN NIñO.

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EL PIPI DEL SAPO

- Mami,
 ¿Te acuerdas de lo bonito que era el sapo 
que encontramos en el río?
Le dijo con cuatro años una niña a su madre, 
intentando desviar la atención de una cercana regañina.
 (y antes quizás, de que ésta viera derramada la leche 
por el mantel y el vestido de su hija) 
Se hizo pipí en mi mano y en la ropa 
cuando le cogí, porque estaba asustado de que le fuéramos a hacer algo. 
Pobrecito ¿Verdad  mami?, 
No hay que enfadarse con él, 
porque él es pequeño y no sabe, y además la ropa, 
al final se seca sola.
Voy a limpiar la mesa con esta servilleta, que se ha caído un poquito de leche. 
¿Vale mami? 


Almudena Varona M 
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viernes, 9 de agosto de 2013

PECES DE AGUA DULCE


DIBUJO Y TEXTO: ALMUDENA VARONA M

PECES DE AGUA DULCE


“¿Cuando vamos a ver a mi amiga Conchita, mami? La echo de menos 
Decía el otro día, una pequeña de cuatro años, dando un salto entre dos o tres generaciones. 

Cualquier día nos la encontraremos otra vez, 
en la ferretería, en el súper, en la biblio...

 ...en algún concierto del coro, en otra exposición de fotos, 
de pintura, de poesía...

...en el teatro...

... o en otra de esas clases de dibujo, cuando vayamos tu y yo a pintar, 
le decía.

- ¡Aaaah! exclamaba aliviada.Entonces la veremos pronto, 
porque me parece que Conchita...

... ¡Está en todas partes!

¿Verdad mami?

- Cierto cariño, replicaba, es como los peces, que tan pronto están aquí, como están allí...

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...y otras, añado ahora yo, remontando ríos,
 como los de agua dulce.



“Quizás, me faltó decirle, 
(posiblemente cuando lo entienda), 
que hay personas en el mundo de distintos reemplazos y quintas con la misma edad en la mente.
Porque beben del mismo río, se bañan en los mismos lagos y se alimentan de los mismos peces aunque disten entre ellos, a veces, una o varias generaciones.

Y así, 
es fácil verlos brincar
cuando menos te lo esperas, en las mismas rocas y por los mismos remontes 

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... aunque estoy pensando que eso de conciliarse con otras generaciones, no necesitan aprenderlo los niños.






Mi recuerdo para Conchita, Juli, Gloria, Waldemar, Rosa, Alejandro, Christine, 
y tantos otros peces de agua dulce, que remontan ríos.



Almudena Varona M